Reseña || La princesa de hielo, de Camilla Läckberg

*Cómo llegó a mis manos:
Fue un regalo de Pat junto a otro de los libros de la autora, Crimen en directo.


*Argumento:
Alexandra Wijkner aparece muerta en su bañera y Erica Falck, amiga de la infancia, la encuentra. Entre ellas ha pasado toda una vida, años de distancia física y emocional que Erica no sabe gestionar al conocer la repentina muerte de su amiga. Todo aparentaba ser un suicidio, pero, gracias a la investigación, se descubre que Alex estaba embarazada de un hombre que no era su marido, pues ella viajaba fuera de la ciudad cada fin de semana. Enlazan con este suceso a un curioso personaje, Anders, un artista fracasado que compartía una relación especial con Alex. Erica, que es escritora, se ve inspirada por la historia de su amiga y decide escribir un libro acerca del suceso. Durante su investigación personal (incluye invasiones en la casa de Alex o interrogatorios a supuestos sospechosos), Erica se encuentra con Patrik, quien guía la investigación de caso y además su amigo desde la infancia. 
Por otro lado tenemos a Anna, hermana de Erica, y Lucas, su esposo. Su relación matrimonial se reduce al maltrato físico y psicológico, y cuya presión empujará a Anna a vender la casa familiar tras la muerte de sus padres. Pese a que Erica se niega, finalmente deciden venderla.
Andrews, tras ser soltado por falta de pruebas, es encontrado muerto en su piso. Parecía ser un suicidio, pero como ocurría con Alex, no lo es: ha sido, de nuevo, un homicidio. La policía se debate entre que sea el mismo asesino en los dos casos o dos distintos. 
Dan, amigo y novio de la juventud de Erica, le revela a su amiga que era él quien mantenía relaciones con Alex y, por tanto, el hijo sería suyo. Mientras, Erica sigue investigando datos biográficos sobre Alex y descubre que entre el año 77 y el año 78 apenas hay datos de dónde estuvo la familia o qué ocurrió, pues se marcharon de la ciudad. Se descubre que Alex y Anders fueron abusados durante su infancia por Nils, hermanastro de otro de sus compañeros, Jan, de quien también abusaba, quedando ella embarazada. Sus padres deciden llevarla fuera del país, donde dio a luz a Julia, quien todos creían que era su hermana. Nils había desaparecido hace venticinco años, y Jan nos cuenta que fueron ellos tres -él, Alex y Anders- quien lo empujaron por un agujero de hielo, desapareciendo así,
Finalmente, la madre de Anders, Vera, le cuenta a Patrik que fue ella quien asesinó a Alex, pues ésta quería contar lo que habían sufrido, y quien hizo que el suicidio de su hijo pareciese un asesinato. 

*Crítica:
En general, la historia es lenta, la autora fija la atención en contarnos cosas que casi o nada tienen relación con la trama principal y hace que sobren páginas y páginas donde las palabras son totalmente indiferentes para el lector. Los personajes son planos, pese a que Camilla intenta que todos tengan un trasfondo y una historia de dolor a sus espaldas. Pero no evolucionan, sólo se dejan llevar por la corriente. La mayoría de hombres que aparecen en esta obra orbitan alrededor de Erica, la protagonista, como si del sol y los planetas se tratase. Dan, su novio de la infancia o Patrik, del cuerpo de policía y, literalmente, enamorado de ella desde antes de nacer, son sólo algunos ejemplos. Centrándome en Erica, es un personaje mal construido. Ser humano implica errar, así que Erica debe de ser una súper-humana: entra en casa de Alex después de su muerte y deja sus huellas en todas las cosas que ve, entrevista a sospechosos interponiéndose en la investigación policial, decide escribir un libro sobre el caso de su amiga muerta -lo cual es muy, muy moral-, se sienta -en realidad se tumba con las manos en la nuca y con los pies apoyados en la mesa- en el sofá de la casa de Alex y lo primero que piensa es"tengo que ahorrar para comprar un sofá como éste"...
Pese a que ésta sea la primera novela de la autora, no me parecen justificables las ideas que flotan entre las tramas y los personajes, ya que son retrógradas y machistas. Estos son algunos ejemplos:

-¡Hola! Ya veo que el fresco de la casa está sentado haciendo el vago mientras que la mujer suda trabajando en la cocina.
-¡Hola! Sí, ya sabes, con tan sólo indicar dónde tiene que estar el armario y dirigir el hogar con mano firme, puede uno tener a raya a casi cualquier mujer.

-Eres sexy, inteligente, fantástica en la cama y, sobre todo, lo más importante de todo, eres buena cocinera. ¿Qué más se puede pedir?
 

Conclusión: personajes planos, trama lenta, páginas de más e ideas oxidadas; lectura terrible.

*Citas:

Sólo existiría vacío y ausencia de palabras y ella sabría que jamás volvería a poder plasmar una sola frase en el papel.

Era curioso ver cómo sentimientos opuestos podían mezclarse hasta convertirse en un sentimiento nuevo. Amor y odio resultaban en indiferencia. El deseo de venganza y el perdón se convertían en determinación. La ternura y la amargura, en dolor; un dolor tan grande que podía destrozar a un hombre. 

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